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Voces del Mercado del arte: Conoce a la comisaria Alexandra Laudo y «Heroínas de Cultura»

Singulart tuvo el placer de entrevistar a una importante e influyente figura curatorial en España, Alexandra Laudo o Heroínas de Cultura y conocer en profundidad la historia de su firma así como su intersante trabajo.

¿Podrías explicarnos el orígen de Heroínas de Cultura?

Aunque yo hablo de Heroínas de la Cultura como de una «plataforma», a la práctica ha acabado siendo más un nombre que sigue al mío cuando firmo mis proyectos o mis textos.

Yo trabajaba en la Fundació Antoni Tàpies y en un momento dado empecé a realizar proyectos más próximos a la programación y al comisariado fuera de ella. Para distinguir mi trabajo institucional de mis proyectos más independientes, empecé a firmar estos últimos con está rúbrica: Alexandra Laudo [Heroínas de la Cultura]. Fue algo que no medité en exceso, pero sí que de fondo tenía la idea de que el mismo paragüas para los incipientes trabajos curatoriales pudiera servir como plataforma para acoger o impulsar proyectos artísticos y curatoriales de otras persona, y de hecho instituí la plataforma como asociación con otros dos agentes del mundo creativo pero de otros ámbitos profesionales. 

Pienso que dedicarse a la cultura, y más si es a un terreno cultural alejado de las grandes industrias, como lo es el de una comisaria independiente como yo, sí que es un poco una heroicidad. Así que firmar con mi nombre seguido de este otro se ha convertido en una especie de reconocimiento, de homenaje, a todas las «heroínas de la cultura», no sólo o necesariamente mujeres, que trabajan con convicción y con entusiasmo.

¿Qué te llevó a ser curadora de arte?

Tengo la sensación de que no fue una decisión, sino que fue algo que llegó por evolución natural y orgánica, empecé a comisariar antes de decidir que quería ser comisaria.

Cuando estudiaba no sabía muy bien que era un comisario ni si era una profesión a la que conscientemente me estuviera dirigiendo. Pero sí que tenía claro que me quería dedicar al espacio de la cultura y me interesaban sobre todo dos ámbitos principales: el de la literatura y el de las artes visuales. Por posibilidades que tuve al acabar la carrera, me dirigí hacia el ámbito de la museología y sobre todo del arte contemporáneo. 

Mis tareas iniciales tenían más que ver con la comunicación, con la gestión incluso con la producción de exposiciones en algún  momento. Al cabo de un tiempo me di cuenta que estaba haciendo proyectos que eran de comisariado o que tenían mucho que ver con la idea de comisariar o programar y que me gustaba muchísimo. Entonces, posteriormente sí que hubo una decisión de dejar mi trabajo de jornada completa en la Fundación Antoni Tàpies y de intentar generar una carrera como comisaria independiente ya que vi que era algo que me llenaba y que me hacía aprender, es una profesión muy pasional.

Mi profesión se fusiona mucho con quien soy, a mi me cuesta mucho distinguir entre lo que soy y lo que hago.

¿Cómo ves la figura de la mujer en el arte?

Yo siempre digo que el mundo del arte no es ajeno al mundo del conjunto, al mundo real. Yo creo que el mundo todavía está muy determinado por lógicas patriarcales y por dinámicas que tienen que ver con el poder heteromasculino. Entonces, la mujer en el arte como en otros campos, está condicionada por estas dinámicas y tiene que trabajar de algún modo en ellas, con ellas y contra ellas. En un contra que no tiene que ser necesariamente de oposición pero sí de reelaboración de estas dinámicas.

Aunque si que es verdad que es un sector más permeable, yo creo que por un lado están los discursos y por otro las lógicas de trabajo donde todavía hay muchas condiciones que desfavorecen a la mujer. Si vamos a las estadísticas, sigue habiendo una mayoría de cargos directivos de hombres, artistas hombres representados en galerías etc. En cambio, si vamos a las facultades de bellas artes, los números indican que el 70% son mujeres. Entonces, ¿cómo es que entre estas intenciones de desarrollar una carrera artística y las instituciones y centros de poder donde esta carrera se desarrolla hay una inversión tan bestia de los porcentajes?

Creo que se debe a una sociedad y unas estructuras profesionales y sociales todavía muy dominadas por el heteropatriarcado. Pero se están cuestionando y se está haciendo mucho hincapié en cambiarlas.

¿Cómo describirías tu trabajo a alguien fuera del mundo del arte?

Normalmente las personas ajenas al mundo del arte igual me preguntan si yo soy artista y les suelo decir que trabajo con artistas para hacer exposiciones. Soy la que organiza la exposición o parte de ella pero sobre todo soy quien piensa la exposición. Quien decide sobre qué va a tratar esta exposición, sobre la tesis, cuál va a ser el recorrido en el espacio expositivo, cuales van a ser las obras, con qué artistas vamos a trabajar… Todas estas cuestiones así como todos los materiales, dinámicas y procesos que van a acompañar esa exposición. Además del desarrollo de la exposición, a veces también me ocupo de la organización misma, de la producción.

La figura del comisario está presente para artícular y tener responsabilidad de la coherencia de todos los pasos, de algún modo.

¿Cómo es un día normal en tu trabajo?

En mi día a día no hay una normalidad, hay una diversidad de cosas que constituyen mi trabajo y que las voy haciendo. Hay días radicalmente distintos: un día puedo tener una visita a una galería, una reunión en un museo, una visita con un artista, muchos mails de gestión y producción o puedo tener un día en el que estoy completamente encerrada en una biblioteca leyendo y escribiendo (algo esencial en mi trabajo).

Para estar informada de lo que hacen los artistas, mi trabajo conlleva muchas actividades, tareas de una manera constante y regular que igual no son atribuibles a un proyecto de comisariado concreto pero sí que forman una especie de formación continua. Ir a exposiciones, reuniones o visitas con artistas, leer revistas newsletters artisticas y de diferentes museos, instituciones. Eventos internacionales como las bienales (Venecia…), ARCO, visitar activamente museos, galerías, centros de arte. Estar en comunicación constante con muchos artistas. 

¿Cómo se comisaría una exposición de arte? ¿Podrías guiarnos a través del proceso?

El proceso cambia mucho en función del tipo de proyecto. Comisariar no es solo hacer exposiciones. Una propuesta curatorial puede formalizarse como exposición pero yo también entiendo el comisariado en un sentido más amplio. Aunque a mi el formato expositivo me gusta y lo práctico también me gusta mucho los formatos que se escapan, que salen del espacio y que tienen otras temporalidades y formalizaciones.

Entonces, depende mucho de la tipología del proyecto o si se hace en colaboración con algún gran museo, o con un centro o plataforma artística. Pero si que siempre hay un momento de definición del proyecto en términos conceptuales, estilísticos pero también logísticos, de entender cuáles son los parámetros de ese proyecto.

Hay también un período muy importante que acompaña todo el desarrollo que es muy fuerte en el inicio, de investigación, lectura y desarrollo de una línea teórico discursiva. Y también el de selección que va a la par, hay una fusión entre las dos tareas de escoger la selección de artistas u obras que permitan desarrollar ese discurso curatorial a través de propuestas.

Después, también casi siempre una propuesta expositiva va acompañada de una serie de actividades y propuestas de mediación con el público. Entonces hay una fase de pensar en este tipo de propuestas que acompañan el discurso expositivo.

Y luego está la fase de montaje e instalación. Una vez la exposición está montada, está la cuestión de activarla, de mantenerla viva a través de visitas comentadas, actividades etc. 

Por último, hay una parte muy importante que es la de generar los materiales textuales y discursivos (texto, cartelas, publicación…)

6. En tu carrera, ¿cuáles fueron tus principales pasos y fuentes de inspiración?

No hablaría tanto de nombres o artistas concretos. Ahora, con el transcurso de los años algo de lo que me he dado cuenta es de la relevancia que tiene en el tipo de trabajo que yo hago, el hecho de no haber estudiado historia del arte exclusivamente, mi formación más transdisciplinar en humanidades y también mi interés como particular en lo literario creo que es algo que ha acabado inspirando y definiendo mucho mi trabajo curatorial.

En mis proyectos como en todo, se puede apreciar mi interés en las exposiciones o los ámbitos de fusión entre lo literario, la narración y la obra artística. Y después también todo lo que es trabajar de un modo relacional, en el que se ponen en relación cuestiones que no son exclusivas: temas, pensamientos, ideas, practicas que no están únicamente limitadas en el campo del arte visual sino que tambien vienen de otras disciplinas como la filosofía, la literatura etc.

También mi interés en la performatividad o conferencias performativas en el trabajo curatorial. Un formato que considero que ha definido o que está definiendo estos últimos años mi manera de trabajar (en paralelo a las exposiciones que sigo haciendo). Una especie de conferencia, proyecto efímero o ensayo hablado en el que incorporo imágenes, prácticas artísticas o performativas, colaborando con artistas o performance.

No estar especializada en arte no fue algo que me perjudicó. No ha sido una ventaja pero ha definido positivamente el tipo de proyectos que llevo a cabo y su naturaleza.

¿Cómo sería la exposición de tus sueños?

La verdad que no tengo una exposición ideal. Lo que de repente te interesa y te gustaría mucho va evolucionando y va cambiando a medida que pasa el tiempo. No tengo la exposición de mis sueños o los artistas de mis sueños, esto es algo que está en constante movimiento. 

Sin emabrgo, hoy por hoy diría que la introducción de los temas de performatividad y narración me han interesado siempre en la práctica artística y me encanta tener la posibilidad de investigarlos desde la propia praxis curatorial .

¿Cuál es tu lugar favorito para el arte?

Para mi el arte es un lugar en sí. Me cuesta definir una ciudad o sitio específico. Entiendo los centros de arte, las galerías y los museos como un espacio de resistencia, casi también como un espacio refugio en los que siempre que entras de algun modo estas como irrumpiendo con las dinámicas de tiempo y de espacio en las que se mueve en general el mundo. Entiendo el arte como un espacio y un tiempo en si mismo, creo que introduce otro tipo de dinámica de temporalidad en las dinámicas habituales que son muy aceleradas.

Sin embargo, algo que también me gusta es los espacios e iniciativas artísticas que se desarrollan en contextos más periféricos, fuera de los convencionales o más inesperados.

 ¿Alguna colección de Singulart que te haya llamado la atención?

Singulart es una plataforma con propuestas artísticas muy eclécticas. Pero la propuesta que más me ha gustado es la colección comisariada por Marie-Stéphanie Servos “Woman on Art” en la que se hace una propuesta de obras de arte de mujeres, todas siguiendo una línea de abstracción, colorismo, etc. La veo muy unitaria a nivel de estilo, todas las obras tienen las mismas afinidades. 

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